El que la presentación de la nueva edición de La Chula de dios
“Algo de Jazz” en el CAC Málaga se haya convertido en una de las experiencias más felices y emocionantes de mi carrera, se lo debo, en gran parte, a Victoria Ruiz, coordinadora cultural del museo, que no me hizo ningún caso.Acostumbrada a presentar el libro en librerías y espacios pequeños, el salón de actos del CAC me produjo una sensación de pánico escénico realmente importante. Además, el plan era proyectar el vídeo Antecedentes Penales como apertura del evento y acompañar la presentación con algunos de los cuadros que ilustran los escritos. Pero al comprobar in situ la grandiosidad del espacio, mi cerebro solo me transmitía inseguridad e ideas erróneas: llenar o medio llenar aquella sala era harto improbable ( mi capacidad de convocatoria en Málaga se reducía a algunos amigos); sólo había visionado la peli en pantallas de ordenador ( se pixelaría seguro en aquella pared infinita); los cuadros de mediano tamaño casi ni se verían; Esmeralda Marugán y yo,ocuparíamos una mesa enorme diferenciada en altura y en distancia de los asistentes, y además la firma de ejemplares se haría posteriormente en la librería del museo.
Entonces, atacada, lo reconozco, pedí que se presentara en la librería del museo directamente, un lugar recogidito y manejable donde no se notaría si acudían pocas personas, y donde la cercanía con ellas y con los ejemplares permitiría establecer un diálogo.
Por supuesto, renunciaba a la proyección del vídeo y a la exposición de los cuadros, a cambio de mi tranquilidad.
Pero no, gracias a Victoria, no se realizó cambio algunos en la organización del evento y cuando vi la proyección de Antecedentes Penales en formato cinematográfico, me emocioné y me vine arriba. Las imágenes: perfectas, y del sonido en sala, inmejorable. Fue maravilloso y ya, el resto de los problemas imaginados por mí, desaparecieron.
Los cuadros, o mejor dicho, las telas porque se exponían sin enmarcación alguna, generaron un gran intereses entre los invitados y acotaron de tal forma el espacio que me sentí en todo momento relajada, feliz y como en casa.
La presentación del evento que realizó Esmeralda Marugán fue sin duda implicada, emotiva, veraz...tan de dentro a fuera como lo son cada uno de sus trabajos, de sus entrevistas, de sus poemas. Todo un lujo de periodista y de persona.
Y de mi libro... ¿Qué voy a decir yo de mi libro? que me siento tremendamente orgullosa del resultado, que hay que verlo y leerlo, pero sobre todo verlo, es un libro de imágenes, hasta el texto es imagen.
Mi más profundo agradecimiento a Fernando Francés por confiar en mi trabajo y a todo su equipo que lo hizo posible.
A Mónica Vázquez de Ayala, fotógrafa oficial del evento, que ha realizado un magnifico trabajo.
A Esmeralda Marugán, por todo y siempre.
Y a todos los asistentes, a mis amigos, conocidos, amantes del arte, que me arroparon con su presencia o con su corazón, por acompañarme en esta aventura tan feliz.